Visitando webs de escultores contemporáneos me encontré con Mitsy Groenedijk, una artista que vive en Amsterdam y tiene innumerables exposiciones en su haber, cuando vi su creación me impacte, me pareció vernos a nosotros mismos en sus esculturas, lo que nosotros somos y hacemos, lo que queremos y pensamos, personificado en simios, que es lo que somos, simples simios evolucionados con vestimenta.
Estos monos-mascota de pequeño tamaño no sólo desafían el discurso tradicional acerca de la naturaleza y la cultura, sino que además ponen trabas a la hora de entender, de manera demasiado sumaria, la distinción entre las Bellas Artes y la cultura popular. Emergiendo de tales brechas éticas y estéticas, ésta es la turbación con la que los monos de Mitsy Groenendijk nos confrontan: ¿cuáles son las consecuencias y hasta qué punto es válido imitarse a uno mismo y a otros para poder existir? (Catherine Somzé)
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